No sabemos cuanto tiempo llevaría Cheto en la calle, pero sin duda no le quedaba mucho más.
El pobre se acercaba a todo el mundo pidiendo ayuda, tenía una infección en los ojos que no le dejaba ver con normalidad.
Pronto habría dejado de comer, y finalmente hubiera muerto en la calle, en medio de la indiferencia de todos.
Por fortuna esta historia tendrá para Cheto un final feliz, fue rescatado a tiempo y ahora sólo le quedan buenas experiencias que vivir. Ya tiene, cariño, comida, caricias y cuidados veterinarios. Sólo le falta una familia definitiva para ser un gato completamente feliz.
¿Quieres ser tú quien complete la vida de Cheto?
Escríbenos, elarcadenoecordoba@gmail.com
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